Para el año 1.500 DC, Leonardo da Vinci descubrió el principio del rodamiento. Allí se dio cuenta de que la fricción sería menor si las bolas no se tocaban. De este modo desarrolló separadores que permitían a las bolas evolucionar libremente, aunque esta invención de da Vinci no paso del papel sentó las bases para que en el futuro otros inventores, después de un largo estudio perfeccionasen este invento que pasaría a ser un elemento importante que evitaría la fricción en los componentes rodantes. Para 1794 aparece el primer rodamiento (si podemos llamarlo rodamiento automotriz) o rolinera capaz de soportar el eje de un carruaje.
El Proceso Bessemer
El mismo fue presentado y patentado por el galés Philip Vaughan. Los rodamientos intercalados entre las ruedas y el eje permitían un mejor desplazamiento, pero tenían su punto débil; y era que las rolineras de bolas de hierro fundido eran muy frágiles y se agrietaban fácilmente bajo los esfuerzos mecánicos. Tiempo después y gracias al proceso Bessemer se abarató la obtención del acero y para 1868, Cowper hizo una bicicleta equipada con rodamientos de bolas, lo que le dio un gran impulso a la industria de los rodamientos y tanto más el hecho de que las carreras en bicicleta para aquel entonces eran ganadas por aquellas que usaban los rodamientos de este tipo. Esto ha representado un avance constante en la historia del Rodamiento Automotriz.
No fue sino hasta 1907 cuando comienza a mejorar el trabajo ofrecido por los rodamientos. En Suecia, un ingeniero de una fábrica de textiles notó que algunas de sus máquinas presentaban fallas prematuras en sus rodamientos. Dicho ingeniero quien se llamó Sven Wingquist dio con la solución y así creó el rodamiento autoalineable de bolas. De este modo Sven patenta su invención y funda la compañía SKF que se dedicaría de ahí en adelante en la fabricación de rodamientos para diferentes aplicaciones, entre ella la automotriz.
Innovación de SKF
Años más tarde, en 1919 SKF realiza otra innovación del diseño original de rodamientos de bolas e inventa el rodamiento autoalineable de rodillos. Para el siguiente año, en 1920, la fábrica SKF produce unos 120.000 rodamientos después de la Primera Guerra Mundial en sus diferentes fábricas en todo el mundo. De ahí en adelante, la demanda de rodamientos, sobre todo en el área automotriz siguió en aumento. Esto ha impulsado a sus fabricantes a acercarse más y más al ideal de la forma esférica perfecta. Ninguna rueda giratoria duraría mucho sobre su eje sin unos cojinetes mecanizados con unas tolerancias del orden de la milésima de milímetro.